Para dar un esclarecimiento sobre la puja
que se está manteniendo entre el gobierno provincial de Mendoza, el gobierno
nacional, y la mencionada empresa Vale. Primero es preciso señalar que Vale es
la inversión minera más importante del país (5.900 millones de dólares, contra
los 3.700 de Barrick Gold en Pascua Lama). La empresa brasileña es la 2° en
importancia en el mundo, compró el proyecto a la británica Rio Tinto, y busca
obtener potasio mediante la instrumentalización del método fracking (fractura hidráulica, el cual arrasa
el agua, suelo y gas de manera corrosiva). Todo esto con la única pretensión de
fertilizar los suelos brasileños del Mato Grosso, principalmente,
deforestados y ganados paulatinamente por el avance de la frontera agropecuaria
para sembrar soja.
Dicho esto, es propicio comentar algo acerca del conflicto:
La empresa Vale por el momento suspendió las obras en Mendoza y consecuentemente planteò al gobierno
argentino que para continuar con el proyecto es imperioso (según ellos), una
ayuda estatal aproximadamente de 3 mil millones de dólares extras. En términos
generales, se le está pidiendo al gobierno nacional, arbitrariamente, la
oficialización de una serie de ventajas, prebendas y quitas impositivas, sobre
las habituales que rigen gracias a las vigentes leyes de la era menemista. Por
este motivo el gobierno toma la decisión
de rechazar ese plus de ventajas que exige la empresa brasilera. Sin embargo, èsta
amenaza con 6.800 despidos por la caída del proyecto, debido a que suspicazmente
la empresa alega en su defensa que en el 2012 incurrieron en déficit. Un
déficit casualmente equivalente a los mismos 3 mil millones de dólares que dan
de perdidas internacionales sus respectivas casas matrices. En conclusión se está
pidiendo una ayuda estatal no para continuar con el proyecto sino para
financiar la deuda contraída por sus casas matrices, girar divisas y de manera
superlativamente alevosa, dejan de manifiesto una absoluta extorsión a nuestro
país ya que se está poniendo en juego
casi 7000 puestos de trabajo.
Despuès de lo visto, no me caben dudas que el objetivo de todas las empresas es el de maximizar beneficios, ganancias, y reducir a toda costa los costos de producciòn. Lo incongruente en este caso son los beneficios solicitados para ayudar a sus casas matrices y estimular a la elite agropecuaria propietaria del commodity de la soja.
Por ùltimo, el poder ejecutivo dentro de mi parecer tiene 3 alternativas, accerder a los pedidos unilaterales de la empresa minera brasilera, para, de este modo, conservar los puestos de trabajos.
Recusar la solcitud de la empresa e intervenir estatalmente la misma o buscar cuanto antes nuevas inversiones para continuar con el proyecto. Ya veremos que nos deparà el destino.